:B

no se porqué sueño tantas cosas.
a veces me gusta,
a veces me harta,
a veces me delata,
y otras veces me gustaría no soñar tan claro tantas cosas.

lunes, 27 de julio de 2009

el pueblo de los locos

soñe que mi hermana y yo ibamos a pasear en carretera, y pensabamos llegar a conocer algun pueblo cercano, algo asi underground en coahuila o a donde nos llevara la carretera. no traiamos mapas ni nada. punk.
entrabamos a un pueblo que se veia mega tranquilo y habia una cuchillita en la entrada, con varios campos de esos donde se hace vino. y entrabamos y en la primer esquina había una tiendita. conocíamos a las personas que vivían ahí y primero todos eran bien buenos, nos quedabamos a dormir con una familia luego con otra, pero todos, todos, eran bien rancheros.
poco a poco nos dimos cuenta de cosas biennn bizarras que tenian y que todos estaban locos, pero tan locos al grado de que era insoportable quedarse ahí, y por lo mismo que estaban locos si sabían que ibas a irte, te mataban, todos eran como zetas y eran de lo peor, jugaban cosas bien crueles como colgar personas de un poste y pegarle como piñata asi hasta que lo mataban, terrible. y siempre pasaban cosas bien densas y bizarras. mi hermana y yo queriamos irnos, pero no sabíamos como porque siempre tenías que decir que los amabas mucho, si no te mataban.
un día jugaron a la catapulta de personas, y me pusieron a mi primero y me aventaron bien lejos. fuí a dar a la carretera y dije woww soy libre, no traía obviamente ni dinero ni pertenencias ni nada, cero, y corri pero dije no mames como me voy a ir sin mi hermana y luego pense como no me voy a ir si no nunca podremos irnos, luego en loq ue estaba discutiendo conmigo misma eso, y muerta de miedo porque no queria que me encontraran, en eso mi hermana cayó tambien a la carretera porque la habían aventado y le dije VAMONOSS.
aventaban tambien a un 3er guei de ellos mismos, pero era joven y podíamos deshacernos de el facil. pedíamos un aventón mi hermana y yo y nos subíamos a la caja de una camioneta lobo y aventabamos al vato del pueblo, lo bajabamos a golpes. luego cada vez que se detenía la camioneta nos hacíamos las dormidas para que no nos preguntaran ni de donde veníamos ni nada, no queriamos regresar jamas nunca nunca nunca. y nos fuimos luego tomaba como un atajo del salto a la huasteca, en un medio de transporte raro, era como una moto, y de repente volaba. de repente ya no supe que pedo y me había despertado.

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