frappuchino y tennis mojados

soñe que por fin te aceptaba tu café y era un día lluvioso en la ciudad, a mi se me mojaban mis tennis de tela. recuerdo que nos veíamos temprano y tu ibas por no se que a tu casa, una antigua casa y una chaqueta antigua. yo te esperaba en tu cuarto y no se que andabas haciendo mientras yo me acostaba a dormir un punto. volvías y me dabas un beso y yo la verdad no sabía que pensar de eso. 

nos ibamos por el café pero ibamos como a un cine, era como el mmcinemas muestra alterna con un túnel a muchas salas, andabamos caminando por las salas tratando de llegar como a un mirador o el metro, pero nunca llegabamos solo pasabamos delante de quienes veían el cine y nos gritaban mucho -muevansee!- llegamos por fin a unas escaleras donde yo sabía que era la salida de emergencia y que era el camino que debíamos tomar, y quería presumirte que sabía algo, que sabía mucho!, pero abrimos esa puerta y eran otras escaleras y nos volteamos a ver con cara de complices y deciamos -ni de pedo, esto es un laberinto!-

volvíamos y volvíamos como con un grupo de gente, ibamos a una cafetería para apartarnos del grupo y me decias que tenía que probar ese frappuchino, asi que comprabas uno para ti y otro para mi, y un pastel para los dos. yo estaba muy llena, habia comido muchas cosas y te decia -lo siento pero no quiero nada- y tu ponías cara de triste. nos dabamos un beso, y otro, y otro y esos besos me sabían tan bien como si fueran los últimos que fuera a dar en la vida, como despertarse de coma por un día. se hacía tarde cada vez mas, y yo esperaba que ese día durara años y no llegara la noche, que no dijeras tu primero -me tengo que ir-  no sabía si te irías de repente, o si yo tenía que decir me voy y tomar un taxi para demostrar que sola puedo llegar a donde chingados sea.

estaba lloviendo y estábamos lejos. mis tenis de tela se mojaban cuando fuimos al estacionamiento a despedirnos, y tu me llevabas de la mano brincando los charcos. -eee esperate, me mojo- y te soltaba la mano para irme con cuidado. siempre he odiado que llueva cuando no traigo los zapatos adecuados.

no estaba segura de preguntarte si acaso volveríamos a salir alguna vez, o si un día me besarías de nuevo, o si esto que era? era el residuo de algo que no habíamos terminado? o era el comienzo de otra cosa? seríamos novios algun día? o tal vez ni nos volveríamos a ver... cero números, ni celulares, ni plan de una segunda salida. 

al final creo que tu decías -tengo que irme- una despedida muy impersonal, frente a todos los del grupo y subias a tu auto color marrón y te ibas. me dejabas en el fin del mundo con un grupo de gente loca, sin idea de donde me encontraba ni como volver a casa. pero eso no me importaba realmente. las chicas todas comentaban muchas cosas -quien es el es tu novio?-  o -porque no es tu novio si esta guapisimo?- los gays también, todos decían el mismo comentario y en su mente no cabía otra afirmación mas que un -esta guapisimo- prrff. dios si pudieran haber visto también otras cosas de el como que sonreía de verdad, de esas sonrisas que no muchos tienen y que te dicen que es una persona que nunca jamás podría decir una mentira de esas gandes, feas, que era una persona buena después de todo. si hubieran visto eso, pero todo era tan contradictorio y nadie ve en una persona bonita algo más que ser bonito.