Soñé con G.
Yo estaba en una de esas tiendas antiguas del centro de Monterrey, de esas que venden insumos para artes u oficios que pareciera que van desapareciendo y siendo desplazados por intereses más actuales, de esas en las que entras y parece que viajaras en el tiempo. Pues entré a una de esas tiendas un poco raras y un poco escalofriantes y en uno de los pasillos así sin más me encontraba a G. Nos topamos de frente y nos miramos un segundo y cada quien siguió su camino. Yo estaba distraída pero inmediatamente mi cerebro hizo el clic de todo lo que en mi sueño se supone que había pasado: a G. lo habían tenido que esconder de algún peligro referente a los humanos, o referente a las diversas dimensiones de esta existencia, y alguien o alguienes habían fingido su muerte durante estos años y ahora volvía a estar vivo aquí en medio de todos. G. no había envejecido nada; estaba igual que hace 15 años: joven, piel bonita, delgado, con sonrisa tensa y sin flacidez facial, y traía puesta una camisa roja ladrillo sin serigrafía o marcas, y encima una chamarrita azul petróleo como de terlenca estilo vintage de las que compraba en los mercaditos de Jardín Español. Todo eso pasó en mi mente muy rápido y pensé que siendo yo la actual, y siendo él el congelado, quizá podíamos volver a conectar aunque sea en ese momento, o en esa dimensión bizarra de esa tienda loca. Me regresé dispuesta a hablarle y ver qué tenía que decir acerca de todo este nuevo G. y pensé: que suerte tengo de ser la persona que lo encontró primero.
-Ramona
Paint Bank Va
Hace 8 meses
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