:B

no se porqué sueño tantas cosas.
a veces me gusta,
a veces me harta,
a veces me delata,
y otras veces me gustaría no soñar tan claro tantas cosas.

lunes, 4 de abril de 2016

Películas, golpes, balazos, (des)amor.

Para empezar tengo que mencionar que hace aproximadamente 2 años que no escribo lo que sueño. Durante esos dos años, en la otra realidad, la que se vive en la vigilia, he pasado circunstancias mega locas y desesperanzadoras. La Ramona de la "vida real" experimentó las cosas mas inimaginables durante este tiempo. Cosas malas. De esas cosas que uno no se imagina ser parte hasta que te suceden.
Supongo que varios sueños de este blog, van a estar aludiendo a todos esos sustos, ansiedad y locura que cargo conmigo y que investigo como trascender.

Anoche soñé que accedía a ver películas en casa de G. con él, a su casa que no es casa y que más bien es un cuarto. Tenía entre ganas de ir y miedo, y una ansiedad extraña antinatural, como cuando piensas en todo lo que puede salir mal, pero a la vez tenía ganas de ir, porque últimamente solo con G. sentía un vínculo hacia algo nuevo, hacia cruzar a otra etapa, a otros intereses, pláticas... etc.
Sucedió que estando ahí, como siempre pasa, me sentía cómoda, relajada, y hasta agusto; riendo. Terminaba la película y me quedaba dormida, y el también se quedaba dormido, y estando dormidos nos abrazábamos. Nada más nos abrazábamos y no sabía ni pensé para que, o porqué, pero me sentía "en casa". Dentro del sueño en el sueño, me llegaba esa reflexión de "orale, en realidad tengo capacidad de formar otras casitas con otras personas, quizá mas saludables". Me entristecía un poco.
Del sueño profundo en el sueño, nos despertaba a G. y a mi un estruendo afuera de su casa. Era V. que había llegado en su jeep, rompiendo la barda, estacionándose en el jardín y arruinando todo lo que pisaba, y gritando que porqué estaba yo ahí. Como nos vio dormir abrazados, agarraba a golpes a G., diciendo que cómo era posible.
Me iba con el tranquilizándolo, diciéndole que no teníamos un romance ni nada, pero que me sentía tan triste que las cosas simplemente habían sucedido y me sentía agusto abrazando a alguien y siendo abrazada por otra energía que no fuera tan caótica y destructiva. Tenía en el sueño todavía este puto afán de dialogar todo y querer poner en palabras las cosas y que el otro me entendiera, y a su vez que el otro lograra expresar lo que siente y ponerlo en palabras, y así, yo entender.
Dialogando llegamos a acordar que nos extrañábamos y de un momento a otro volvíamos a estar juntos.
Al mismo tiempo que abrazaba a V. por otra nueva "primera vez" de otro inicio horrendo de algo carente de sentido, se oían abajo balazos que llegaban a nuestra ventana. Era de noche y V. sólo me decía "agachate, los balazos pronto van a pasar"


-Ramona Bookmark and Share

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